domingo, 28 de marzo de 2010

Los años pasan.

Fragmentos de una vida guiada por la mentira y su dependencia. Maldita combinación. Noches de insonmio sintiendo lástima, sintiendo rabia, siendo víctima de un conflicto entre la razón y la emoción. Cada vez más la vida se convierte en algo desgarrador con pequeñas porciones de sonrisas forzadas, de alegrías fingidas. Inútiles explicaciones, excusas y esperanzas artificiales con las que autoengañarse y seguir caminando, a ciegas.

Los recuerdos infantiles se convierten en fuente de nostalgia, de momentos semimágicos, falsos, pero reconfortantes. Creer que todo va bien, que los problemas pertenecen a los demás, los suyos y él son inmunes. Los años pasan, se vuelven las tornas, los problemas están sólo en él, la felicidad le repele, a los suyos también. Nada parece ir bien. Reflexionar sobre cuestiones metafísica y analizar lo máximo posible todo lo que le rodea son fórmulas para encontrar los sentidos de, para comprender los porqués, para ver cualquier luz de cualquier color. Lástima que todo sea más complicado de lo que parece.


Llega la luz del alba, otro peter pan se levanta.