jueves, 21 de diciembre de 2017

De espaldas al mundo sonriéndole a la nada,
rasgado por dentro,
sangrando por fuera.

Herófila y su don,
Troya está en mi pecho,
ni héroe, ni mito ni dios,
tan sólo llamas, grito y dolor.

Sumergido en Aqueronte buscando condena,
con los pulmones negros,
con el alma rota.

Deífoba y sus versos,
la arena y un deseo,
consumiéndome en esta jaula,
que son su "no", su "duda" y su "silencio".

martes, 19 de diciembre de 2017

.OTISECEN ET


Eres
Nación
En
Corazones
Extraños,
Sacramento
Infiel,
Tentación
Obnoxia.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Poetisa

Lo confieso.
Cada mañana al despertar medito con tus versos.
Te escucho, te leo, te siento...demasiado cerca, demasiado lejos.

Sin quererlo,
te convierto en el filo de la navaja, en el calor de un abrazo en invierno;
y para que engañarme, lo se...
...probablemente peque de idealizador, de reconocerte más de lo debido.
Pero se también,
que es posible que lo que advirtió Platón en su discurso del amor,
fuera la belleza de tu media sonrisa.

Acudo a tu voz como un adicto,
como el niño que acerca la mano al fuego, sabiendo, que en ese juego puede salir herido.
Eres mi ruleta rusa, tus poemas balas,
y cerrando los ojos te suplico que no acabes conmigo...o que sea rápido.

No te conozco, pero jamás te olvidaré.
Seguiré buscándote en cada bar, en cada bus, en cada calle...
...independencia entre deseo y realidad,
soy consciente y me da igual, porque al final,
volveré a mi refugio que es tu voz, tus palabras, un libreto de luz en la oscuridad.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Otra vez, me sorprendo diciendo "te quiero" en otro idioma,
como estrategia de defensa,
para ver si no me lo creo,
pero ya perdí la cuenta.

martes, 28 de noviembre de 2017

Incrédulo, como Nietzsche al ver que Dios sigue vivo
y el superhombre murió hace ya tiempo;
con el latir del pecho disonante,
como el músico que duda en el silencio.
No entiende, no se entiende(!) aunque lo intente,
desollando sus recuerdos pero hallando solo pestes;
que el tiempo pasa lento pero mata rapidamente.
Que la razón, no entiende de razones si es cuestión de asuntos de mayores,
y que los niños, no es que sean felices, sino más bien unos ignorantes.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Tic Tac.
Dos almas se guiñan el deseo.
Tic Tac.
Las fotos se cubren los ojos.
Tic Tac.
El aroma a café recién hecho.
Tic Tac.
Un "te llamo luego".
Tic Tac.
Los dos bajo el mismo techo.
Tic Tac.
La bañera como lecho.
Tic Tac.
El bis de los secretos.
Tic Tac.
El reloj sigue corriendo.
Tic Tac.
La piel siente recelo.
Tic Tac.
El estribillo ya no suena.
Tic Tac.
El corazón advierte tormenta.
Tic Tac.
La vajilla por el suelo.
Tic Tac.
El deseo yace muerto.
Tic Tac.
En Verona están de luto.
Tic Tac.
Dentro está lloviendo.
Tic Tac.
El diario se convierte en fuego.
Tic Tac.
Y el futuro en cenizas negras.
Tic Tac.
Ley del juego ingrato.
Tic Tac.
Amaneces con placer.
Tic Tac.
Te acuestas en pedazos.
Tic Tac...Tic...Tac.
Enganchado a tu poesía como el niño a las golosinas,
A tus palabras curvas, tu voz transcrita,
Sin pretensiones de grandeza,
tan solo abrir el pecho de aquellos que se atrevan,
Eres guarida y la tormenta,
eres la cuchilla, eres la venda,
El tortazo que te trae de vuelta,
el que te deja en shock, mudo y sin respuesta.
De noche me embarco en tus adentros,
a veces con vergüenza, con los dientes pretos,
Con recelo, cuál será el coste de verme entre tus versos,
aunque ya es tarde, te leo, te siento, lo siento.
No me debes nada, gracias, te lo debo todo.
Hoy quiero dibujarte a oscuras a mano alzada,
que cada trazo sea un orgasmo,
que la Luna con envidia nos bendiga,
y no dejarte un espacio en blanco.
La carretera y la noche,
tu nombre en mi cabeza,
el reflejo dicta sentencia,
cargos por (des)amor, cadena perpetua.
Huye de la desdicha, huye, como ha hecho siempre en esta vida,
acorazando piel, sueño y lágrima.
Sin estrategias de contienda, con bandera negra asumiendola derrota.

No hay opción, cree, no hay razón, inventa,
que no que no y que no!...las voces cesan.
En su zona de guerra sin confort, con miedo a perderlo todo, a perderla a ella,
se guarda las palabras, no las monedas,
rehuyendo su mirada mientras desvía su atención con frases hechas.

Siente que lo que siente,
es imposible que lo sienta el ser por quién lo siente,
y que aunque así fuera, él sería insuficiente.
Que a pesar de que su cuerpo, que es el barco que otea en cada sueño,
esté a ahora mismo a medio verso de distancia,
no hay forma de salvar tal espacio,
de no acabar siendo un náufrago.