lunes, 28 de febrero de 2011

Atrás.

Y observarás el pasado lamentándote de todo aquello que no hiciste, de todas aquellas oportunidades, claras o no, que dejaste correr. Y todo por tu estúpida dejadez, tu falso autocontrol y deseo de sencillez. Deseo que te condena a la soledad.

sábado, 26 de febrero de 2011

Sueña y sigue.

Y de repente silencio. Ha aparecido de la nada, como siempre. El corazón empieza a bombear a toda máquina. Se sonroja al verla, aunque no se da cuenta. Nunca lo hace. Vuelve a sentir el miedo apoderándose de la situación. "¡Que estupidez!", se reclama. Se cierra las puertas antes incluso de intentar conversar. Es más fácil, mucho más cómodo. Se ríe por no llorar, aunque en silencio se golpea hasta que no puede respirar más. Cada noche la misma historia, mismo principio, mismo final. Sabe que el tren se pasará de largo, pero a pesar de ello, decide no intentar pararlo. Vergüenza, malditas cadenas de la vergüenza. Sólo es libre en sueños, sueños que escenifican paseos eternos, conversaciones eternas, miradas infinitas. Que patético es vivir de ilusiones creadas de sueños.

Lo sabe. Simplemente patético.

domingo, 20 de febrero de 2011

Gritar.

Gritar. Gritar hasta que sangren los pulmones. Hasta que el fuego se convierta en ceniza. Hasta que el corazón deje de latir. Chillar hasta poder comunicar lo que de otra forma sería imposible. Hasta que los oídos de la gente sean autopistas para las palabras directas al cerebro, al entendimiento. Vociferar hasta poder sentir la paz. Hasta que los sentimientos que desgarran el alma sean extirpados.

Las cuerdas vocales empiezan a fallar, sí, pero el objetivo mantiente el incesante sonido ambiente. Es necesario, pues nadie se percata del significado del lenguaje no verbal, irónico, ¿verdad?. Ya no queda lugar para las sutilezas. Ahora es tiempo de Gritar.

martes, 15 de febrero de 2011

Contradicción

Estima la libertad que encierra quedar prendido de su aroma. Disfruta de los golpes que le propina con cada cruce de miradas. Duerme desvelado imaginando cómo sería recorrer su cuerpo, delicado, salvaje. Las palabras son estímulos que activan su sistema nervioso. El corazón emprende su carrera particular contra el pecho, quemando rueda, dejando huella. No queda racionalidad que salvar, puro ímpetu, naturaleza plena.

Y el mundo sigue girando a su alrededor, todo avanza, el tiempo pasa y el cielo cambia de color. A pesar de las oportunidades, no alcanza la claridad. La tranquilidad interior que le permita saber qué desea. No es su estilo, lo sabe. Él es más de darle millones de vueltas a las cosas, descubriendo así nuevos obstáculos imposibles. Justificando, a pesar de su amargura, la inacción constante. Mejor mantenerse como siempre, y sufrir granito a granito, que provocar el derrumbamiento de su "guarida", ¿No?. Eso piensa.






La estabilidad conductual, moral y por qué no, espiritual no supone la invariabilidad de lo más recóndito del ser interior, simplemente mantiene la ilusión de que todo marcha según lo previsto.

jueves, 10 de febrero de 2011

Esferas.

Jamás antes vio un azul turquesa tan perfecto como los de aquellas perlas. Ojos, dicen algunos que se llaman. Para él, simple excelencia. Dos estrellas, que sin saber cómo o de dónde pueden venir, ciegan a la vez que permiten apreciar la simetría exacta de la belleza. Eso es, belleza. Miles de mitos escritos intentando expresar el significado de tal palabra. Se ríe de todos. Años de fingir saber lo que es, eruditos de la magnificencia se hacen llamar. Románticos. Se ríe. No hay palabras, versos o melodías artificiales que puedan siquiera acercarse al sentido de su belleza. La belleza. No hay nada creado por el hombre o la mujer, que puedan definir la sensación de poder apreciar su silueta bajo el sol. Aquellos ojos. Malditos ojos. Armas del diablo deben de ser. Si no...¿Por qué atraen con tal fuerza, que ni los héroes ni los más sabios, pueden resistir? Bendita maldición. Que le maldiga, dice, cientos de millones de veces. Que no pueda ver nada más. Sólo sus ojos. Sólo su belleza.

El mar no es tan inmenso, no al lado de sus ojos. Olas de luz que rompen contra la esfera marcando así, una circunferencia negra. Un anillo perfecto. ¿El diamante? su ser.

domingo, 6 de febrero de 2011

La clave.

Un roce. Un abrazo
Una mirada. Un beso
Una sonrisa.Un "te quiero"

Eso tengo, esto deseo. Pero ¡qué más da!...Daños colaterales de un corazón de piedra, al menos en apariencia. Un mundo en el que las palabras pueden no servir de nada, o sí. No tener certeza alguna embarra el camino, lapida la mente, destruye el alma.
Cuando nada coincide, todo cambia, y la establidad es nula. Todo es gris, no blanco, tampoco negro, gris. Color desteñido por las alegrías y las tristezas. El reflejo de un equilibrio perfecto. El reflejo del arma perfecta. La vida. Individual y colectiva. Sonrisas y lágrimas. ¿Directamente relacionada con el amor, en su significado más amplio y concreto? Tal vez. Apunta esta incertidumbre a la lista.

...

Si al menos un roce, realmente, pudiese cambiarlo, darme claridad, seguridad.
Si al menos una mirada, de verdad, pudiese brindarme ese calor que tanto añoro.
Si al menos una sonrisa, aquella entre tantas, pudiese descifrar la clave de la felicidad.

martes, 1 de febrero de 2011

Justo a tiempo

Cuando el corazón más sangra...
...más se abre y grita...
...sueña poder volar...
...en esos momentos...
...nadie escucha...
...la noche se burla...
...el alma sufre...
...y de repente...
...desaparece.