jueves, 19 de mayo de 2011

Cerraré los ojos mientras imagino leer tu cuerpo en braille. Apagaré la luz mientras me susurras y así ver con mayor claridad. Te enviaré mensajes en morse que tan sólo tú podrás interpretar. Me pondré el traje de monstruo, para que a través de tus ojos, verme como un ser hermoso. Volaré tan alto hasta llegar al sol y así verificar que es más cálido tu brillo. Hablaré con él para obtener la fórmula secreta a tu creación. Soñaré perderme en tus sueños mientras navego por la inmensidad de tu cama. Subiré a la más helada montaña para que al gritar, el hálito de mi alma deje grabado tu nombre en el aire. Te pediré perdón por todo esto ya que rompe los esquemas de tu ser realista, pero convertiré mi subjetividad en tu objetividad. Si me dejas.

lunes, 16 de mayo de 2011

Y llegados a este punto no queda otra que reírme. Observar mi entorno me hace sentir, cómo decirlo...una cierta locura racional. A medida que pasan los días, voy entendiendo menos el mundo, pues los valores de todo aquello sobre lo que se construyó la representación de la civilización, se van devaluando a medida que los niveles de superpoblación sobrepasan los límites, ni siquiera imaginados, por Thomas Robert Malthus. Datos y reflexiones inconexas, sí, pienso lo mismo que tú al leer estás, posiblemente incoherentes e intentos de madurez intelectual, líneas. Pero es esta la inestabilidad sobre la que se sustenta mi vida, donde cada campo en el que me envuelvo está, de algún modo inexplicable, jodidamente alterado, y no en el sentido de que las personas sean monstruos, o las situaciones extremas...Sino en el sentido en el que nada tiene sentido. Claro que cabe la posibilidad de que esté exagerando, y no lo niego, posiblemente sea así, pero aún a riesgo de quedar como un completo quejica e inmaduro adolescente entrada en la veintena, me parece aún más patético el que el día a día del mundo sea mera sustancia superflua, algo de lo que se podría depender. El producto social no me parece lo suficientemente bueno como para pagar su valor. Tampoco hacemos nada para remediarlo, mucha palabrarería bonita, rebelde, utopía aquí y hayá, pero nada sustancial, nada digno de llevarse a cabo (razón por la que nunca se ejecutan tales "proyectos", espero). Aún con todo, que tendrá que ver todo este sinsentido en forma de palabras con mi vida, te preguntarás. Sinceramente, no lo se, pero de algún modo, al reflexionar sobre cuestiones varias, siento la necesidad de mencionar todo esto, a pesar de que el objetivo no lo tengo claro. La cuestión es, ¿es este periodo de involución en el que estamos inmersos, algo realmente significativo?...sí, tal vez no, depende de quién conteste, de su filosofía de vida (si es que tiene alguna, aunque hoy por hoy puedo contar con los dedos de una mano las personas que considero lo suficientemente e intelectualmente preparadas como para que se hayan formado tal cuestión).

En fin, es posible que cuando lea esto dentro de unas horas, tenga el impulso de borrar tal parrafada, puesto que la intención de querer decir muchas cosas, se han visto reducidas a cero (viva la (mi) naturaleza humana)y en vez de ello, sólo he escrito palabras y más palabras y más palabras...aunque tengo la esperanza de que alguien pueda conectar todo ello y darle sentido. El sentido que le falta a todo lo que nos (me) rodea.

sábado, 14 de mayo de 2011

Que sea tu corazón el que rasgue las cuerdas de mi vida.
Se que la melodía será perfecta.

jueves, 12 de mayo de 2011

Hacer un trato con el tiempo, que se pare un momento y me permita recuperar el aliento. Dejar todo suspendido un instante, lo suficiente para saborear el roce de tu piel, contar los parpadeos por segundo sin parecer un idiota. Hacer un trato con el tiempo y que no pase a lo loco, que me conceda un segundo eterno, el necesario para respirar y decidir que decir. Sentirme libre y cuerdo en tu presencia, prolongar el resplandor de tus ojos, mantener la sonrisa que asoma sin querer, ser consciente de todo ello, y no parecer un cretino. Hacer un trato contigo para mantener un secreto, una confidencia mortal, desatar el alma y construir el futuro sin destino, el pasado sin memoria, el presente perfecto.

El tiempo no está de acuerdo, tú no estás, sólo permanece la sensación que, resquebrajada en profundidad, se enfrenta al sino de todo aquello que sueña.

viernes, 6 de mayo de 2011

Escapar se vuelve extremadamente complicado, correr ya no sirve de nada. Cerrar los ojos e imaginar mundos lejanos no funciona, no veo la luz, sólo oscuridad. El tiempo es dueño del dolor, no permite olvidar, pues encadenado a su sombra estoy. Sarcástica, así es la sonrisa que ofrezco al mundo, al menos parezco feliz, y eso es suficiente. La vuelta siempre es dura, un retorno a la realidad que consume todo resquicio de alegría, que arranca la máscara que con clavos ardiendo me enfundé. Las heridas, bien es cierto, no son visibles, no al ojo del típico "Hola, ¿qué tal?", y el vendaje he de cambiarlo cada mañana, la aflicción no cesa. Las estrategias de supervivencia empiezan a ser inútiles, contraproducentes, autodestructivas...pero es necesario probarlo, intentarlo. La inocencia ya no existe, se difuminó hace muchos años, demasiado pronto tal vez, demasiado pronto para madurar y ver la crudeza del mundo. Ojalá pudiera volver un momento atrás, tener ojos de infante, ser un ignorante, sonreír y ser feliz. Ojalá pudiese volar, correr o bucear, perder la memoria y crear una isla donde las huellas me guiasen a la cueva más lejana, a un lugar donde brillen las palabras, las miradas, tú, yo, el ser humano, donde en la entrada ponga "Permitida la entrada sólo a la felicidad".

domingo, 1 de mayo de 2011

De momento, el sueño es uno: Quedarme en casa en pijama contigo y disfrutar de la vida.