lunes, 29 de enero de 2018

Será verdad lo que dicen. El que no apuesta no gana, que la soledad es fiel compañera, y que si pasa mucho tiempo al final te acostumbras, te enganchas a ella. Pues bien, yo me he convertido en adicto, y he apuntalado mi zona de confort, aunque esto ya no es una zona, es una galaxia entera. Y aunque mi corazón se desboca por sus labios, susurros de almohada y poemas con su voz, mi cabeza tensa las cuerdas emulando al más hábil auriga del imperio.

Soy esa isla desierta que al recibir visita siempre desconfía, ni siquiera pregunta quién, cómo ni porqué, pero anula cualquier síntoma de apego, porque sabe que al final se acabará yendo, como otras veces, como siempre. Maldito gato callejero, que buscando con la mirada afecto, araña primero, y corre luego. Maúlla lastimero a la luna como un infante a su madre, sabiendo, que en el fondo de su ser no hay certeza alguna más que el miedo a abrirse, resultar herido, y no ser capaz de volver a ser el mismo.

Y mientras tanto los días pasan, los versos se derraman, su voz sigue de fondo, y la angustia del quizá lo retuerce todo. Resignado a sentir en silencio, a no ser ni olvidado, a vivir indiferencia. Condenado al ostracismo emocional.

domingo, 21 de enero de 2018

Rapelando por tu cuello,
tus dedos en mi pelo,
no hay zona segura,
ni en tu boca ni en tu sexo.

Espasmos en el alma,
sentidos encendidos,
no nos guardamos nada,
estallan cuerpos ígneos.

En tu pecho juego limpio,
tus piernas hacen trampa,
...asumo la derrota,
me rindo a tu capricho.

jueves, 18 de enero de 2018

Pobre alma desdichada,
tras tanto tiempo respirando sola,
hasta la muerte se esconde de ella.

Se ha convertido...
En la copa vacía que nunca fue besada,
En la moneda al aire que ahoga los deseos,
En el final que llega antes de hora,
En la promesa que se rompe antes de cruzar los dedos.

...

Humo tóxico por conciencia,
su existencia un espejo roto,
un personaje de Poe,
tan sólo carne, sangre y hueso.