viernes, 13 de abril de 2018

Mi corazón, es un volcán que normalmente vive en calma pero, cuando erupciona, arrasa con todo lo bueno que hay a su alrededor. Los esfuerzos por mantenerlo controlado se traducen en: evitación, negación y represión; y por ahora, el dolor que éstos han podido generar, es infinitamente menor que el provocado por la aceptación, el coraje y el dejarse llevar...rechazo.
Hay quienes definirían esta situación, técnicamente, como indefensión aprendida; el actuar lleva al sufrimiento directo, y no hay opción, tampoco salida. No importa el qué o el cómo, el control es una ilusión tan solo; ilusión que se transforma en tristeza, distimia, ahogo.

Y este volcán, hundido en su propio fuego, ya no siente calor...ahora, sólo hay hielo.