lunes, 27 de noviembre de 2017

Huye de la desdicha, huye, como ha hecho siempre en esta vida,
acorazando piel, sueño y lágrima.
Sin estrategias de contienda, con bandera negra asumiendola derrota.

No hay opción, cree, no hay razón, inventa,
que no que no y que no!...las voces cesan.
En su zona de guerra sin confort, con miedo a perderlo todo, a perderla a ella,
se guarda las palabras, no las monedas,
rehuyendo su mirada mientras desvía su atención con frases hechas.

Siente que lo que siente,
es imposible que lo sienta el ser por quién lo siente,
y que aunque así fuera, él sería insuficiente.
Que a pesar de que su cuerpo, que es el barco que otea en cada sueño,
esté a ahora mismo a medio verso de distancia,
no hay forma de salvar tal espacio,
de no acabar siendo un náufrago.

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