martes, 28 de noviembre de 2017

Incrédulo, como Nietzsche al ver que Dios sigue vivo
y el superhombre murió hace ya tiempo;
con el latir del pecho disonante,
como el músico que duda en el silencio.
No entiende, no se entiende(!) aunque lo intente,
desollando sus recuerdos pero hallando solo pestes;
que el tiempo pasa lento pero mata rapidamente.
Que la razón, no entiende de razones si es cuestión de asuntos de mayores,
y que los niños, no es que sean felices, sino más bien unos ignorantes.

No hay comentarios: