lunes, 22 de abril de 2019

"Echar de menos" es la forma que tiene el corazón de llorar,
y si intentas ahogar su lamento, quema.

Aunque finges ser esclavo de la lógica, orden y templanza,
cada noche te desgarras por dentro, falso poeta.

Resignado en silencio tras sonrisas, guiños y apariencias,
como un niño esperas que cambie todo, haciendo nada.

La lluvia ya no te moja, eres cascada, eres condena,
pupilo notorio del joven Werther, otra epístola.


¿La paradoja?

No hay nada que echar de menos, no existe el recuerdo.
No hay nada que echar de menos, añora el sufrimiento.

No hay comentarios: