sábado, 31 de marzo de 2018

Saxofonista de tu boca,
con la delicadeza del juego entre lenguas que se rozan
pero, que por vergüenza...
...no se tocan.

Astronauta de tu pecho,
con la esperanza de lograr un "yo también", un beso devuelto
pero, no queda oxígeno...
...ahogado por el miedo.

Prisionero de tu alma,
con la fe inquebrantable de quién ya no tiene nada
pero, no necesita más...
...su sonrisa, su dogma.

Cartógrafo de tu cuerpo,
con la precisión de un poeta que mide cada verso
pero, sigue estando lejos...
...de recitarle su "te quiero".

No hay comentarios: