En la ventana te plantas, como cada mañana
observando la tierra, a la gente dispersa
y te sientes nada, un suspiro sin fuerza
el cielo te observa mientras llora de pena
te moja la cara, y el alma se quiebra
pierdes conciencia, conciencia de vida
hacia gélidas sendas, el camino deriva
pierdes de vista la luz que ilumina
que hace de guía y ofrece sonrisa
cuando el pasado con dolor te fulmina
día tras día amaneces con ira
por ti, por ellos, por los recuerdos
que te golpean con vesania
y las heridas nunca se cierran
desesperadas exclaman, te gritan
"camina, corre, haz de tu existencia una fantasía"
y sueñas, deseas cumplir la expectativa
compensar el dolor y convertirlo en risa
buscar felicidad, y por qué no descubrirla
creer en historias de personas sencillas
con el poder de cambiar a su antojo la ruta
otear su interior y conquistar al alma
abrir el corazón, aprender a amarla
y al anochecer bajas la persiana
te metes en cama, esperas al mañana
exhalas...una vez más, y de nuevo descansas
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