Ya no queda nada, nada por hacer
este mundo entero, acaba de yacer
dame una razón, para no correr
mi vergüenza se apodera de todo lo que fui ayer
Mi condición humana, no me deja en paz
la envidia me corroe, no puedo respirar
no significo nada, soy sólo algo más
un elemento prescindible sin sentido de verdad
Toda comparación, me hace desangrar
ser práctico no sirve, ni siquiera ya pensar
el mínimo consuelo, envenena mi existencia
pues el autoengaño es la soga que me asfixia y me condena
Letárgica sonrisa, disipa toda duda
perturbada psique, anclada de por vida
la cara no es espejo, tan sólo un escenario
donde cada movimiento está dirigido a mantener el equilibrio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario